Los campos están segados, se acerca otoño. Algunos se llevan algo de naturaleza a su hogar. Como este banco de nogal para sentarse delante de la chimenea en invierno.
La entrada de un bajo adquiere especial protagonismo. En este caso siendo ella la única entrada de luz natural aparte del patio, quisimos concederle la máxima transparencia respeto a la superficie acristalada. La reja asume la función de seguridad y sus planos verticales girados dejan pasar la luz que a la vez crean cierta privacidad. Desde la distancia limitan la vista y el conjunto posee un aspecto artesanal que concuerda con la época del edificio. Le confiere una identidad propia, bien integrada.
Una terraza en el casco antiguo de una población ofrece vistas muy bonitas, aunque a menudo está demasiada expuesta en detrimento de la privacidad. Una barrera visual constituida por el enlazamiento de una cinta textil ofrece una protección de carácter aéreo, no opaca, de cierta permeabilidad tanto visual como re
speto al flujo de aire.
Contemplación, sosiego, reposo, tres estados de ánimo encuentran en la madera el mejor aliado. El tacto de esta materia orgánica como las propiedades que representa, sinónimo de eternidad y testimonio del ciclo vital, la califican como mejor opción para la función requerida.
La sala es de una agencia asiática, cuya particularidad cultural se refleja en la silueta del mueble que remite ligeramente a un portal de una pagoda.